lunes, 21 de mayo de 2012

¡¡¡HOUSE!!!

Queridos futuros admiradores/acosadores, siento no haber contado todavía nada sobre mi (súper)experiencia en la grabación del último episodio de House, pero aquí estoy para hacerlo ahora.

Mientras escribo esto, tengo a Rachel a mi lado. La verdad es que nunca la había visto tan contenta, ni adicta al twitter. Resulta que cuando llegamos al plató de Los Ángeles habían grabado ya la mayoría de las escenas, pero todo el reparto permanecía allí. Y entre ellos... Olivia Wilde (sí, Trece). La vimos de lejos, y a pesar de la casi mortal llave de judo que uno de los vigilantes me hizo al acelerar el paso, Olivia dejó que nos acercáramos. Nos presentamos y Rachel empezó hablar con ella.

Y resulta que se cayeron genial, según Rachel se hicieron "superamigas" y hablaron de hacer viajes juntas y todo. Y en cosa de diez o quince minutos.  Mientras, yo estaba de los nervios por si metía la pata con mi escena y decidían prescindir de mí en el último momento. Aunque finalmente, clavé mi escena (fijaos bien, porque aunque no se me oye hablar, mi presencia es más que notable).

Legalmente, todavía no puedo deciros nada, ya que aún faltan algunas horas para que el mundo conozca el destino del doctor más famoso de todos los tiempos. Dios, cuando lo veáis...  Digamos que vais a alucinar.
De momento, podría deciros que Rachel le habló a Jesse Spencer (Chase) del campo de paintball de Jake (que por cierto está teniendo mucho éxito), y nos dijo que sonaba genial y que probablemente se pasaría por allí pronto con unos amigos.


Sé que estaréis tristes, fans de House M.D, pero todo lo que empieza debe terminar, y como suele decirse, "no llores porque terminó, sonríe porque sucedió".


Pero sobre todo recordad: la humanidad sobrevivió a la Edad de Hielo, la Peste Negra, la Crisis de los Misiles... Casi seguro que podremos sobrevivir al final de House. O al menos eso espero.